En temporada de rebajas, es conveniente realizar ciertas previsiones antes de salir de compras. Una buena planificación te ahorrará, seguramente, algunas ingratas sorpresas. A continuación, nuestros consejos para una buena compra en las rebajas:
En principio, ten en cuenta que no es lo mismo un comprador con un plan de compras en su poder que uno que no sabe siquiera por dónde comenzar.
Crea un listado con aquellos artículos que necesitas de verdad: indumentaria, electrónica, accesorios, electrodomésticos u otros. Haz un poco de investigación previa en la web o recuerda cuánto has pagado por artículos parecidos en temporadas pasadas y calcula un total estimado. De esa forma, ya tendrás una idea más cercana sobre lo que podrías llegar a gastar; esto te será de mucha utilidad para no caer en la tentación de salirte del presupuesto.
Hecho esto, proponte firmemente no gastar de más. Lleva contigo suficiente efectivo, o bien carga tu tarjeta de débito con un monto que se ajuste a lo planeado. Deja la tarjeta de crédito en casa, no te arrepentirás a final de mes.
Llegado el caso, si entiendes que no puedes prescindir del uso de tu tarjeta de crédito, recuerda que de ninguna manera puedes pasar por encima del límite que has previsto. ¡Para eso son los planes! Y recuerda que luego las mensualidades y sus intereses pesan… Tampoco olvides que, además, muchos comerciantes no aceptan ninguna clase de tarjeta en este tipo de compras; no es obligatorio.
Presta mucha atención a los productos y a sus etiquetas. Con respecto a los productos, nunca aceptes un artículo de calidad inferior a la ofrecida en el período anterior a la rebaja. Además, debe tratarse de productos que en algún momento han sido expuestos a la venta durante, mínimamente, un mes. En cuanto a las etiquetas con los precios, deben constar claramente en las mismas tanto el precio original como el precio rebajado, en la lengua oficial. Lo mismo aplica para los escaparates.
Si has llegado hasta un comercio atraído por algún folleto o publicidad, haz valer las condiciones que figuran en los mismos. Ten mucho cuidado, a veces vas tan confiado en lo que has visto o leído que luego te diriges directamente a comprar el producto sin prestar casi atención ni a este ni a las etiquetas. No permitas que te vendan algo diferente a lo ofrecido. Si tienes algún problema de esta clase, solo pide el libro de reclamaciones y deja constancia de tu queja. Una rebaja no tiene por qué ser diferente a cualquier otra venta habitual. Lo mismo aplica para el servicio posventa y las garantías; no puede haber variaciones en los mismos.
Si deseas aprovechar las rebajas que aparecen en Internet, solo tienes que seguir los pasos lógicos del proceso de compra. Si estás registrado en alguna tienda en línea, es muy probable que recibas regularmente un newsletter con todas las ofertas y la información pertinente. Tanto para los comercios físicos como para los virtuales, las garantías contemplan 2 años de plazo para los artículos nuevos. En los comprobantes que respaldan tu compra deben figurar precio, fecha de compra, nombre del artículo y C.I.F. y nombre del comercio.
No deseches los comprobantes de pago, las garantías o las etiquetas; ten en cuenta que los necesitarás si debes hacer un reclamo. No olvides que, para los comercios, no es obligación reintegrarte el dinero si el producto comprado se encuentra en buenas condiciones. En cambio, si este presenta algún tipo deterioro o fallo que no se deba al mal uso o al descuido, el establecimiento debe proceder a la devolución del importe de la compra, o bien a la sustitución del producto. Si aun así llegas a tener algún problema, dirígete al Sistema Arbitral de Consumo, al que muchos comercios adhieren; busca en ellos su sello distintivo. Con solo completar un formulario, este sistema te provee de una pronta resolución gratuita y objetiva, antes de pasar a mayores.
Con respecto a las compras en Internet, asegúrate de realizar la transacción en un sitio seguro; mucho mejor si se trata de una marca reconocida. Pon atención a la dirección URL y fíjate que sea del tipo “https://”, puesto que una dirección de esta naturaleza utiliza eficaces mecanismos de seguridad. Muchos sitios web también están suscritos al Sistema Arbitral de Consumo, presta atención también a este detalle. Las tiendas en línea que proporcionan alta seguridad al consumidor presentan el sello de Confianza en Línea del Instituto Nacional del Consumo.