Los hábitos de compra de los españoles están cambiando desde la irrupción de Internet en la vida cotidiana. Son cada vez más las personas que optan por la compra online como alternativa favorita, hecho que se aprecia sobre todo en los más jóvenes y en determinados sectores.

Así, las reservas de viajes o las compras de objetos electrónicos o de complementos de moda se realizan de forma cada vez más frecuente vía online. Sin embargo, en el sector de la alimentación, el ecommerce se está implantando, pero su uso está lejos de ser generalizado, hecho este característico del sector industrial en su conjunto en España.

Algunos datos estadísticos

Se pueden sacar algunos datos muy interesantes del “Informe pyme 2013- sectorial de implantación de las TIC en la pyme española” realizado por Fundetec. Según este informe del año 2013, en el sector industrial, la venta del sector industrial a través de Internet se sitúa en el 9.1%, en el caso de las empresas de mayor tamaño, y en el 7.8% en las micropymes.

Si bien es cierto que, como dato muy relevante, estos porcentajes se situaban en el año anterior en un 7.2% y un 6.9% respectivamente. Con ello, la conclusión más evidente que se puede sacar de esos datos es que, si bien el porcentaje de venta online queda muy lejos del 81% que alcanzan las grandes empresas del sector turismo o del 41.2% de las empresas pequeñas del mismo sector, se ha producido un crecimiento de más de un punto porcentual en el período de un año.

Es cierto que los datos a los que hace referencia el mencionado informe de Fundetec se refieren al sector industrial en su conjunto y, dentro de este sector, la industria alimentaria no es la que más contribuye a estos porcentajes. Ello es debido a un hecho inherente a la propia industria alimentaria, en la que existen factores relacionados con la propia naturaleza del producto que hacen más difícil generalizar el ecommerce. Así, los clientes pueden tener ciertas reticencias a comprar productos perecederos, ante la desconfianza de no visualizar su estado o de no tener la certeza de que se respete la cadena de frío.

No obstante, lo que se aprecia es que la tipología de empresas que ha comenzado a apostar por el ecommerce corresponde a un perfil determinado, en el que se encuentran las grandes superficies de alimentación, las tiendas gourmet y algunas cooperativas de productos frescos.

Las grandes cadenas del sector de la alimentación

A día de hoy, la mayor parte de los grandes supermercados ofrecen a sus clientes la alternativa de la tienda online. Carrefour, Mercadona o el Corte Inglés, son algunas de las grandes superficies que se han lanzando a la venta online; y junto a ellas están surgiendo iniciativas centradas en compras más fáciles, económicas y con mejor navegación de página. Como SoySuper, comparador de compras online para encontrar el carrito de la compra más barato y donde la experiencia de compra es mucho más rápida y amigable que en los ecommerce de las grandes marcas.

Estrategias como la sugerencia de ofertas, la opción de guardar la lista de la compra de ocasiones anteriores o el acceso a ofertas exclusivas de la tienda online, permiten conseguir un tipo de cliente habitual al que logran fidelizar. Una vez guardada la lista de la compra, hace un nuevo pedido se reduce a un par de clicks, pudiendo recibirla en casa en el horario que nosotros queramos. En el caso de Carrefour hasta las 22.00 de la noche.

Los productos gourmet y el ecommerce

Los otros grandes protagonistas del ecommerce en alimentación son las tiendas que ofrecen productos gourmet o delicatesen. Los clientes han descubierto en la venta online la opción de acceder a productos de casi cualquier lugar del mundo con la simple opción de un clic y esto se ha convertido en una tendencia en alza.

Así, es fácil encontrar en Internet numerosas tiendas que venden embutidos ibéricos, como Ibergour o Sierra de Jabugo, o tiendas de vinos de alta calidad, como Decántalo, incluida en el club de compras de Privicompras.

La venta online de los productos frescos

Los productos frescos han encontrado una interesante vía de comercialización a través de la venta online. De esta forma, numerosas cooperativas o empresas individuales ofrecen productos de alta calidad, directamente recogidos de la huerta o del árbol, con precios muy asequibles para el consumidor final, al lograr evitar los intermediarios.

Los clientes descubren por esta vía la posibilidad de disfrutar de auténticas naranjas valencianas en cualquier punto de España, con opciones como Naranjas Lola, aceite de oliva extra de calidad excepcional, como el que ofrece Directo del Olivar o productos ecológicos, como los que se pueden conseguir en Directo del Campo.

También empiezan a aparecer opciones con productos más sensibles como el pescado o el marisco, como las que ofrecen Galicia Marisco, con la venta de marisco gallego, o La Gamba de Oro, con exquisitas gambas de Huelva.

¿Qué ocurre en otros países?

El comercio online de productos de alimentación está muy extendido en algunos países. En el Reino Unido, la tasa de venta online alcanza el 20% y existen iniciativas muy sofisticadas, que sin duda llegarán pronto a España, y que ofrecen precios de envío diferentes según las franjas de hora de entrega del producto final.

En Estados Unidos, las principales empresas de alimentación han consolidado la venta online en su estrategia de negocio y existen también numerosas empresas que la ofrecen como única alternativa.
Países como China o Brasil están también apostando fuerte por la venta online de productos online.

El futuro del ecommerce en empresas de alimentación

Las perspectivas que tiene el comercio online en general, y en particular en el sector de la alimentación, es muy halagüeño. Los clientes que ya utilizan el comercio online de forma habitual se están consolidando, las tecnologías de pago son cada vez más seguras y la mejora de las cadenas logísticas es una evidencia. Si a ello se une la incorporación de clientes jóvenes y habituados al uso de las tecnologías de la información, el futuro del comercio online parece estar asegurado.