Para celebrar el Día del Libro podríamos haber hablado de Gabriel García Marquez, del próximo premio Cervantes a Elena Poniatowska o podríamos haber contado (otra vez) que este día se celebra por la muerte de Cervantes y Shakespeare; pero en lugar de eso hemos preferido hablar de libros. De todos esos libros que han significado algo especial.
Hemos preguntado a todos los compañeros de la oficina por sus libros favoritos, y estas han sido las respuestas:
«La Sombra del Viento» de Carlos Ruiz Zafón. Lo pillé un verano en la piscina y me duró un par de tardes».
«La sonrisa etrusca» de Jose Luis Sampredo. Por reconciliarme en la adolescencia con el género humano en general y el masculino en particular.
«La piel fría» de Albert Sánchez Piñol. No me dejó respirar ni un segundo, desde que empecé a leer hasta que lo terminé.
«El Amor en tiempos de cólera» de Gabo, por contarme el amor como nunca antes nadie me lo había contado.
«Las uvas de la Ira» de Steinbeck. No necesita presentación.
Este no necesita explicación, es un clásico. Duro como pocos pero escrito con maestría. Libro que me obligaron a leer en la facultad, afortunadamente! Y que ya he leído unas 3 veces, de los pocos que mejoran con las lecturas.
«El paraíso en la otra esquina» de Vargas Llosa. Antes del genio, vino la lucha, después del genio vino el éxito. Vargas llosa como siempre, es minucioso a la hora de documentarse y recopilar los datos para reconstruir la histora de alguien muy conocido, Paul Goggin y alguien menos conocido pero con una vida apasionante, Flora Tristan.
«Nunca olvides que te quiero» de Delphine Bertholon. Se trata de una historia cruel en la que el personaje principal no pierde su inocencia e ilusión, y además, ¡tiene un final feliz!
«Dime quién soy» de Julia Navarro. Es una novela que te permite dar la vuelta al mundo y trasladarte a diferentes momentos de la historia, sin duda una aventura muy recomendable!
«El perfume» y «Ensayo sobre la ceguera«. En ambos casos me gusta por el nivel de detalle. En el caso del perfume, cómo Jean Baptiste Grenouille desde que nace tiene una percepción completamente única de los olores, y es el detalle de la descripción lo que me encandiló, me descubrió todos los matices que dejamos de valorar cuando lo cotidiano es rutina (bueno, y obviamente, el apoteósico final…). Con ensayo sobre la ceguera, por un lado lo grotesco, y por otro lo impactante y horrorífico que sería el sufrir una epidemia de gente que ha dejado de poder ver, y que por ello, queda mermada hasta para las cosas más simples. Los seres humanos somos bichitos tremendamente limitados, compuestos biológicos (con conciencia, pero nada más… 🙂
“Paraíso inhabitado” de Ana María Matute. Este es un libro precioso sobre el amor y la infancia, un poco triste a veces… un libro BONITO de la más grande, que la más grande es Ana María y no la Jurado 🙂
«Requiem» de Tabucchi. Por la mezcla onírica de desolación y declaración de amor, en este caso a una ciudad. Porque puedes notar el calor del verano pegándose a la piel aunque te lo leas en pleno Diciembre, por lograr ser misterioso sin ser irracional… Lo leí hace mucho tiempo, pero son los recuerdos que me llegan.
«El arte de conducir bajo la lluvia«. Imagina que es el último día de tu vida, y que tu mejor amigo te acompaña en esos momentos. Y que esos últimos momentos los empleas en recordar cómo ha repercutido la vida de tu mejor amigo (su boda, el nacimiento de su hija, etc) en tu propia vida. Parece triste, pero da la casualidad de que el protagonista es un perro, y su visión no es de fatalismo, sino de esperanza…
«Los renglones torcidos de Dios» porque es fantástico como logra que no seas capaz de diferenciar entre lo real y lo ficticio de lo que le sucede/siente la protagonista.
Porque trata sobre la mente humana, (siempre ha gustado mucho la psiquiatría) pero teniendo como hilo conductor un hospital psiquiátrico y la gente allí ingresada, lo cual puede parecer un rollo te mantiene intrigado, en vilo, nunca sabes qué es lo que está pasando realmente hasta el final, y las descripciones de la tratan con mucha sensibilidad y profundidad, porque Torcuato ( parece mi amigo el Torcu jajjaja) se ingresó en un psiquiátrico para conocer realmente las reacciones, de los enfermos, y sus formas de actuar.
«Extraños en un tren» porque la persuasión en su máxima expresión.
«Mujer de rojo sobre fondo gris» de Delibes y «Dime quién soy » de Julia Navarro, pero sé que ha habido más que me han impactado. Y por supuesto «Cien años de Soledad» fue de los primeros que leí de “los largos” cuando tenía… 15???
«Baudolino» Umberto Eco. Equilibrio perfecto entre historia y aventura. Sencillamente maravilloso.
«Soy un gato». Natsume Soseki. Hilarante. Lo increíble de este libro es que fue escrito a principios de siglo XX y sin embargo tanto el lenguaje como los temas que trata son totalmente actuales.
«Solo en Berlin». Hans Fallada. Brutal. Basada en la historia de un hombre anónimo( y con el cual ni siquiera empatizas) cuyo hijo es asesinado durante la segunda guerra mundial y que decide comenzar una campaña propagandística en contra del Tercer Reich.
«Delicioso suicidio en grupo» de Arto Paasilina, porque igual que el resto de sus libros es un relato lleno de humor, de amor por la naturaleza y de ganas de vivir. Alimento para el alma de los optimistas.
«Crimen y castigo» Dostoievski me gusta en general porque retrata las emociones de manera muy exacta. En “Crimen y Castigo” define tan bien todo lo que siente el protagonista, que la profesora que teníamos en 1º de Técnica nos obligó a leerla para aprender a hacer los ejercicios en clase, y a partir de entonces empecé a leer todo lo que pillé del autor ruso. Me falta “Los hermanos Karamazov”, pero necesitaría una estantería menos endeble 🙂
«Los cipreses creen en Dios» era parte de una macrocolección que había en mi casa desde que el mundo es mundo, y que recorrió mundo también conmigo. No sé a quién se la endiñó algún vendedor a puerta fría en los 70 u 80. El caso es que aquellos libros fueron desapareciendo poco a poco y, cuando fui mayorcita, este era de los escasos que quedaban, con su encuadernado marrón y verde. Lo cogí por pura casualidad. Lo malo es que es una trilogía y las otras dos partes desaparecieron… no los encontré en ninguna biblioteca, y pasó el tiempo y se me olvidó. Mira, ya sabes qué regalarme. Te diré que ahora yo también me río cuando veo “Neumáticos Michelin”. Ahí lo dejo.
“Desayuno con diamantes” de Capote. Es de mis autores favoritos. Me gustan varios autores de la época, a Capote le encuentro similitudes con Tennessee Williams, que es el autor de “El zoo de cristal”. Retratan muy bien un momento de grandes cambios de mentalidad, de apertura sexual, de miseria económica para muchos, de opulencia para otros. “Desayuno” no tiene mucho que ver con la película, que se edulcoró para el gran público y la gran censura (igual que otras obras de Williams, como por ejemplo “La gata..”)
¡Son libros que leí en el cole! La Busca y «El árbol de la ciencia» de Baroja, «Crimen y castigo» de Dovstoyeski, «La peste» de Camus, «Cien Años de Soledad» (no es coña, me moló un huevo!), «El Perseguidor» de Cortazar, «American Tabloid» de James Ellroy, hay tantos!
«Un mundo amarillo» de Albert Espinoza. Ya tengo identificados mis amarillos y sigo buscando nuevos.
«El Conde de Montecristo» de Dumas. Ese libro logró hacerme entender cuál es o cual debería ser el equilibrio entre la venganza y el orgullo que un hombre de esos tiempos tenía que tener y que a lo mejor todavía se deberían evaluar…
«El último trabajo del Señor Luna» Lo leí de pequeño y lo recuerdo con ternura y cariño. Casualidades de la vida, se desarrolla en Aravaca donde actualmente vivo… ¿casualidad o destino?
«El idiota» de Dostoievski. Cuando lo lees con 17 años te deja muchas cosas claras.
«La Hija de la Fortuna» me encantó porque muestra cómo se rompen los estereotipos, que no siempre hay que seguir las normas “preestablecidas”. Me reafirmó en que es mejor equivocarse que luego mirar al pasado y arrepentirse de no haber vivido TU vida, si no la vida que los demás esperan que vivas, incluso aunque los demás te digan que es complicarse la vida 😉
Nos dejamos muchos en el tintero, pero estas son nuestras recomendaciones. Los libros que consiguieron hacerse un hueco en nuestra memoria. De parte de todos:
¡Feliz día del Libro!